5 PREGUNTAS: Roser Herrera (Agente Literaria)

Directora de la Agencia Literaria Letras Propias.

1) ¿Cuál es la mejor manera de enfocar la redacción de un manuscrito? ¿Algún consejo sobre cómo presentarlo?

Para empezar a redactar un manuscrito, lo primordial es saber qué se va querer transmitir. Tener un plan. Este plan puede ser en forma de esquema, escaleta, resumen o como se le quiera llamar, pero es básico haber hecho el trabajo previo de conocer muy bien la historia que uno quiere contar. Esto no significa que durante  el desarrollo narrativo, el escritor no vaya añadiendo otros aspectos en los que no había pensado de entrada, pero sí debe tener muy claro el “esqueleto”. Escuchábamos el otro día al gran Andreu Martín en una conferencia de “Eixample Negre 2014” aquí en Barcelona, y preguntado sobre si hacía escaletas para afrontar sus novelas contestaba “escribo profesionalmente, si no supiera cómo acaban mis novelas antes de empezarlas, sería como si al comenzar a contar un chiste no supiera el final…”, coincido plenamente con su punto de vista.

 En relación a la presentación de manuscritos es importante que el escritor haya repasado y releído su obra infinidad de veces. Vamos mal si a él mismo le aburre, si no considera que su propia obra merece el esfuerzo de trabajarla hasta estar plenamente convencido del resultado. Diariamente nos encontramos con mucha impostura.

2) ¿Qué es lo que suelen pedir las editoriales al manuscrito?

 Creo que no hay nada mejor para un editor que encontrar una obra de la que enamorarse, creer en ella y poderla defender a capa y espada. Las cosas también están cambiando en el sector editorial, puede haber editores que se rijan por criterios comerciales, en muchos casos porque se ven obligados por determinadas líneas editoriales, pero los editores independientes suelen estar encantados de encontrar una obra con la que tengan un flechazo; una de aquellas que no tengan más remedio que publicar. Nos decía de ella misma Diana Zaforteza, la editora de Alfabia, hace unos meses, que era una yonky de la edición, y es que es cierto, en muchos casos la edición es una vocación, algo a lo que dedicas muchísimas horas, y en lo que al editar una obra, pones mucho de ti mismo, haces una apuesta de máximo riesgo en la que puedes perderlo en ocasiones  todo, pero que parece que no puedas dejar de hacer.

3) ¿Cómo deciden las agencias si les interesa representar o a un/a autor/a? ¿Y a un manuscrito?

Nosotros actualmente representamos a 16 autores y estamos a punto de incorporar a dos más. En todos los casos la calidad de sus obras es lo que nos ha hecho escogerlos para su representación. Aunque es cierto que si bien la calidad es imprescindible (nunca podríamos representar a alguien en cuya obra no creamos), hay otros factores que complementariamente pueden tenerse en consideración como son el interés que pueden despertar los temas escogidos en sus obras, su proyección pública o su trayectoria literaria.

4) ¿Alguna vez ha trabajado como lector profesional? ¿Cuál cree que es su función?

Entre los servicios de nuestra agencia está la redacción de informes de lectura para que los escritores puedan tener una opinión profesional antes de empezar a mover sus obras en el mercado editorial. Me parece que los lectores profesionales son un instrumento muy útil para cualquier escritor. Es una forma de obtener un punto de vista externo, necesario prácticamente siempre, ya que desde dentro no puede mantenerse la perspectiva suficiente para ver tu propia obra con objetividad.

5) ¿Alguna recomendación a aquellas personas que quieran escribir?

Es difícil aconsejar o recomendar a los demás, creo que lo más importante si alguien quiere escribir es que lo haga sin pensar en los resultados. Escribir puede ser relajante, entretenido, interesante, bello, puede ser miles de cosas positivas si lo haces desde la honestidad y porque es lo que te apetece hacer. Pero si tu objetivo al escribir es que te haga rico, famoso o importante, lo mejor que puedes hacer es dejarlo e irte a mariposear a ver si consigues casarte con un político o una infanta. Por el hecho de sentarte ante un ordenador y aporrear un teclado, no devengas el derecho a ser leído o publicado. Ah, y completamente fundamental: leer muchísimo. En una ocasión tuve un alumno en un taller de novela que a la pregunta de cuáles eran sus obras favoritas contestó que no le gustaba leer. Todavía hoy estoy asombrada de cómo alguien puede inscribirse en un taller para escribir una novela si no le gusta leer.

 

¡Muchísimas gracias!

5 responses to 5 PREGUNTAS: Roser Herrera (Agente Literaria)

  1. Enrique Gutiérrez y Simón

    Querida Roser:
    Me ha gustado mucho tu escrito, que creo lleno de buenos consejos para el éxito de los escritores… Pero me recordó el consejo que da Platón para el que quiere casarse: Hacer dos columnas en un papel, e ir poniendo las virtudes y defectos, o en su caso, las ventajas y desventajas del matrimonio… Me parece que de este análisis, si se hace bien y honestamente, siempre sale negativo.
    Mi punto de vista, por supuesto personal y discutible es: Que casarse y escribir es más parecido a tirarse a una piscina desde un trampolín. Si recibes muchas clases teóricas de un sesudo profesor, es muy posible que te estrelles contra el agua. Así que quizá lo prudente es ir practicando desde alturas más bajas, e ir subiendo. Sin descartar las enseñanzas de los que saben, por supuesto.
    Pero una vez que te decides a tirarte, hacerlo de una vez. Todas las dudas y temores, déjalos atrás y concéntrate en lo que estás haciendo. Y si te gritan consignas y recomendaciones desde abajo, tápate los oídos.
    Para mí, escribir es absorbente, apasionante y febril. Me molesta enormemente que me distraigan o me ofrezcan actividades más gratificantes… Porque en realidad creo que no las hay… Y lo que saldrá, saldrá.
    Tengo muy buenos amigos, escritores profesionales que sufren como galeotes, consultando sinónimos y revisando el correcto orden de las partes de la oración. ¡Vale!, Es su manera, pero no la querría por nada del mundo…

  2. Suscribo todo lo que dice Roser, punto por punto… leyendo manuscritos para realizar informes me he enamorado de algún texto. He sobrepasado mis funciones y he terminado haciendo un editing con el escritor por el precio de un informe. Y a gusto me he quedado. Si fuera editor lo habría querido publicar a toda costa.

    Una curiosidad: yo era compañero de curso del que dijo que no le gustaba leer, estaba presente cuando lo soltó así, sin anestesia ni nada 🙂 ¡Todo un personaje!

    Un saludo, muchas gracias por este aporte.

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